DIOS Y LA UNIDAD DE LAS RELIGIONES

Sólo hay un Dios y sólo existe una religión, que es el amor. Es importante recordar que “DIOS” el ser trascendente es la única causa, el padre y creador del universo, que es él quien lo llena todo no sólo con su pensamiento, sino también con su esencia.

Dios no tiene raza. Dios lo es todo, una energía de amor que posee una sabiduría y un poder incomprensibles, además de cualidades incognoscibles. Todos estamos comprendidos en Dios, porque él está en todos y cada uno de nosotros, es la sustancia de nuestro ser. Dios es invisible, impenetrable, sin embargo contiene el potencial de todo.

Durante incalculables siglos y milenios, Dios y la religión han sido malinterpretados, distorsionados y manipulados conscientemente en manos de la humanidad. El nombre de Dios, quizás el símbolo más claro de la paz, el amor y la compasión, se ha invocado como justificación de innumerables guerras, asesinatos y genocidios. Todavía hoy, cuando está naciendo el siglo XXI, las guerras «santas» contaminan nuestro planeta.

Dios es paz; Dios es amor. Nos hemos olvidado de que, puesto que hemos sido creados a imagen divina, Dios está en nuestros corazones y somos criaturas de paz, seres de amor y divinidad. Sólo puede haber una religión, porque sólo hay un Dios, el Dios de todos nosotros. Tenemos que amarnos los unos a los otros, porque el amor es el camino. De lo contrario, como niños testarudos, nos condenaremos a repetir curso tras curso, hasta que aprendamos la lección del amor.

Sólo si nos deshacemos de nuestros miedos, si vemos a la gente de otras religiones como iguales, como almas como nosotros que van camino del cielo, podremos amar, en un sentido auténtico, incondicional. Todos somos lo mismo; todos remamos en la misma galera. El alma no tiene raza, no tiene religión. Sólo conoce el amor y la compasión.

¿Por qué practicar la religión de nuestro nacimiento, o elegir una única fe por encima de las demás? Al fin y al cabo, no importa a qué iglesia o a qué templo asistimos, si es que decidimos ir a uno. Como los radios de una rueda de bicicleta, todos los caminos indicados por las grandes religiones llevan al mismo centro, a la devoción y a la iluminación. No hay un camino mejor o peor que otro. Todos son iguales.

Sin embargo, estar sumido en la sabiduría y las verdades de una religión desde la primera infancia no sólo sirve para tener una buena base (ya se ha acumulado una gran cantidad de conocimientos y de experiencias), sino que además aporta una familiaridad cómoda. Y eso comporta una sensación de paz. La mente se relaja y, casi sin esfuerzo consciente, se puede entrar en un estado meditativo más profundo.

No hay necesidad de que abandone su tradición. Al fin y al cabo, unos prefieren las rosas, y en cambio a otros les gustan más las orquídeas, las azucenas, las flores silvestres o los girasoles. Todas tienen su belleza propia y Dios hace que el mismo sol las ilumine, que la misma lluvia las alimente. Son distintas, pero todas son especiales.

He incluido aquí algunos pasajes de escrituras sagradas de algunas de las principales religiones del mundo. Se trata de citas que de muestran que en realidad sólo existe una religión, si se va más allá de los rituales superficiales y se llega a los tesoros espirituales que hay debajo. En este artículo dedicado a la unidad de todas las grandes religiones me he servido de un libro maravilloso, “Unidad: los grandes principios compartidos por todas las religiones” de Jeffrey Moses.

LA RESPONSABILIDAD POR LAS PROPIAS ACCIONES

Budismo: Es norma de la naturaleza que lo que se siembra es lo que se cosecha.
Cristianismo: Lo que siembre un hombre es también lo que cosechará. [...] Dios proveerá a cada hombre según sus necesidades.
Hinduismo: No puedes recoger lo que no has sembrado; si se planta el árbol, crecerá.
Judaísmo: El hombre generoso se enriquecerá, y el que riega también será regado.

EL PERDON

Budismo: El rencor nunca acaba con el odio. Sólo el amor termina con él. Ésta es una ley eterna.
Cristianismo: Si perdonas a los demás los males que te han hecho, tu Padre celestial también te perdonará a ti; [...] -Señor, ¿cuántas veces pecará mi hermano contra mí y yo le perdonaré? ¿Siete veces? y Jesús le contestó: -No te digo siete veces, sino setenta veces siete.
Hinduismo: Las personas nobles se dedican a fomentar el amor y la felicidad de los demás, incluso de los que les hacen daño.
Islamismo: Perdona a tu sirviente setenta veces al día.
Judaísmo: Lo más hermoso que puede hacer un hombre es perdonar lo malo que le han hecho.

LA REGLA DE ORO

Budismo: No hagas daño a los demás con lo que te hace sufrir. Lleno de amor por todas las cosas del mundo, practicante de la virtud para beneficiar a los demás, así es el hombre feliz. No juzgues a tu prójimo.
Cristianismo: No juzgues y no serás juzgado. [...] Trata siempre a los demás como te gustaría que te tratasen a ti.
Hinduismo: Ésta es la suma de toda la rectitud: trata a los demás como te gustaría que te trataran a ti. No le hagas a tu prójimo algo que no te gustaría que él te hiciera a ti. El hombre consigue una auténtica norma de conducta si ve a su prójimo como si fuera él mismo.
Islamismo: Hazles a todos los hombres lo que te gustaría que te hicieran a ti; y rechaza para los demás lo que rechazarías para ti.
Judaísmo: Lo que a ti te hace daño no se lo hagas al prójimo. Ésa es la base del Tora y lo demás no son más que observaciones. No juzgues a tu prójimo hasta que te encuentres en su lugar.

LOS VALORES ESPIRITUALES

Budismo: El verdadero tesoro es el que reúne un hombre o una mujer gracias a la caridad y a la piedad, a la abstinencia y al control de uno mismo. [...] Ese tesoro escondido está a salvo y no desaparece.
Cristianismo: Por consiguiente, deberéis practicar siempre la bondad, del mismo modo que vuestro Padre celestial es todo bondad. [...] No acumuléis tesoros en la Tierra para vosotros, reunid un tesoro en el cielo: no podéis servir a Dios y al dinero, pues ¿en qué se beneficia un hombre si gana todo el mundo pero pierde su alma?.
Hinduismo: Busca la verdad ayudando a los demás, buscando con afán, preguntando y practicando la humildad. [...]
Islamismo: ¿Sabéis quién es el que rechaza la fe? Es aquel que desatiende al huérfano y nunca defiende que hay que dar de comer al hambriento. [...] Así pues, pobre del que observa las oraciones del salat y hace caso omiso de su salat. Sólo se dedica a presumir y detesta la caridad.
Judaísmo: Bienaventurado aquel que piensa en los pobres, porque Dios se ocupará de él en tiempos difíciles. No sólo de pan vive el hombre, sino de todas las palabras que surgen de labios del Señor.

EL DIOS UNIVERSAL

Budismo: Si crees que la ley es ajena a ti, lo que adoptas no es la ley absoluta sino una enseñanza inferior. El que no ama no conoce a Dios, pues Dios es el amor.
Cristianismo: Dios es el amor, y quien vive en el amor vive en Dios, y Dios vive en él. [...] ¿Es que no sabes que eres el templo de Dios y que el espíritu de Dios habita en ti? En realidad, el reino de Dios está en tu interior. Hay un Dios padre de todos, que está por encima de todas las cosas, y pasa por todas las cosas y está en todos vosotros.
Hinduismo: Del mismo modo que un único Sol ilumina todo el mundo, hay un espíritu que ilumina todos los cuerpos. En aquellos a los que el conocimiento del verdadero yo ha disipado la ignorancia, se revela el Supremo, como si le iluminara el Sol. Él es el único Dios, oculto en todos los seres, omnipresente, el Yo que hay en todos los seres, que cuida de todos los mundos, que habita en todos los seres, el testigo, el observador. [...] Dios se oculta en todos los corazones.
Islamismo: El hombre ha sido hecho a imagen de la naturaleza de Dios. [...] Todas las criaturas son la familia de Dios, y el que Dios quiere más es aquel que hace más el bien a la familia del Señor.
Judaísmo: Escucha, oh, Israel: el Señor nuestro Dios, el Señor es único. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas. ¿Acaso no tenemos todos un Padre? ¿No nos ha creado un único Dios? [...] Dios ha creado al hombre a su Imagen y semejanza.


FRASE DE LA SEMANA:

"Amo a todas las religiones, pero estoy enamorada de la mía"
Madre Teresa de Calcuta (1910-1997) Misionera yugoslava nacionalizada india.

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