SER MAESTROS

Según un cuento conocido, a Arquímedes le dieron la tarea de determinar si el orfebre de Hierón II de Siracusa desfalcaba el oro durante la fabricación de una corona dedicada a los dioses, y si además lo sustituía por otro más barato.

Arquímedes sabía que la corona, de forma irregular, podría ser aplastada en un cubo cuyo volumen se puede calcular fácilmente comparado con la masa. Pero el rey no estaba de acuerdo con esto.

Desconcertado, Arquímedes se dio un relajante baño de inmersión, y observando la subida del agua caliente cuando él entraba en ella, descubrió que podía calcular el volumen de la corona de oro mediante el desplazamiento del agua. Supuestamente, al hacer este descubrimiento salió corriendo desnudo por las calles gritando: "¡Eureka! ¡Eureka!" en griego, que significa: "Lo encontré". Como resultado, el término "Eureka" entró en el lenguaje común, y se utiliza hoy para indicar un momento de iluminación.

Momentos de iluminación que pueden llegar a nuestras vidas por cualquier medio si estamos abiertos y atentos a los mensajes de Dios. En días pasados compartía con unas grandes personas una discusión sobre ser maestros, que permitió realizar importantes reflexiones en mi vida. Reflexiones que se convierten en verdaderas enseñanzas como momentos de iluminación.

En las discusiones escuchamos muchas veces grandes discursos y de los cuales si estamos verdaderamente atentos, podemos verdaderamente empezar a entender si estos mensajes vienen de la luz o de oscuridad.

Lo mensajes que vienen de la oscuridad muchas veces por lo fino de sus palabras, por la firmeza aparente con que se expresan pueden encandilar, es de acá donde poder discernir por nosotros mismos toma gran importancia y es lo que nos permite desenredar el laberinto donde la oscuridad quiere permanecer y llevarle un poco de luz.

Mi aporte a la discusión que se estaba realizando me remitió a unas citas del pensamiento oriental (pensamiento que ha comenzado a interesar a un número de personas cada vez mayor y al haber dejado de ser considerado este pensamiento en occidente como algo ridículo o sospechoso, el misticismo oriental está empezando a ser tornado en serio, incluso dentro de la comunidad científica; cuando me refiero al misticismo oriental me refiero al Hinduismo, al Budismo y al taoísmo), siendo estas, el de: Brihad-aranyaka Upanishad (Upanishad significa sentarse más bajo que otro para escuchar respetuosamente sus enseñanzas) y que dice: SABER Y VER: ¡De lo irreal, llévame a lo real!, ¡De la oscuridad, llévame a la luz! , ¡De la muerte, llévame a la inmortalidad!; que sumado a el primer punto del óctuple camino -normas del Buda para lograr la autorrealización, es “Del Bien Ver, y el bien Escuchar, que esta seguido el bien Saber”.

Citas anteriores que al expresarlas en la discusión que se venía desarrollando pude complementarlas con lo siguiente:

No podemos enseñar lo que no sabemos, primero tenemos que rendirnos humildemente a Señor, y permitir antes de tratar ser maestros ser aprendices; tenemos que entender la dualidad para poderla integrar a la unidad; entender la dualidad es reconocer que somos la luz y la oscuridad; es cuando no estamos polarizados y nos ubicamos en el centro que podemos efectivamente ver y saber. No son los grandes discursos, ni asumiendo roles de maestros que creen tener la verdad, o de jueces o de padres autoritarios, cuando logramos enseñar, es con nuestro proceder, es con nuestra autoformación desde el saber y desde el Ser; principalmente desde el Ser; Ser que solo logramos desarrollar cuando trabajos en busca de la unidad, de integrar, no de dividir. Muchas veces el maestro no tiene que hablar para enseñar, solo tiene que actuar, y con su actuar es capaz de enseñar, sin errar.

Quiero terminar con la siguiente reflexión, efectivamente muchos ofrecen su vida para ser maestros; maestros que se pueden moverse desde la luz, o desde la oscuridad, finalmente todos tienen algo importante para enseñar. Cuando veamos alguno de estos maestros tratemos de realizar el siguiente ejercicio: el de escuchar y ver que todo su discurso está dirigido a Él mismo, esto nos permitirá de pronto SABER lo que nos quieren enseñar por medio de sus fortalezas, miedos, de su luz y de su oscuridad. Y así como los globos que aparecen en la imagen de este artículo entenderemos que a los maestros que nos hablan desde la oscuridad los podemos dejar ir, ya que habremos aprendido lo que tan generosamente vinieron a enseñarnos, y es con nuestro amor y comprensión que los rodeamos; entendemos entonces que ya no hay miedo, no hay apego, no hay culpa, es hora de partir.



Frase de la Semana:

El sabio taoísta Chang Tzu escribió:

Las cestas de pescar se emplean para coger peces pero una vez conseguido el pez, el hombre se olvida de las cestas. Las trampas se emplean para atrapar liebres, pero una vez cogidas las liebres, los hombres se olvidan de las trampas. Las palabras se emplean para expresar ideas, pero una vez transmitidas las ideas, los hombres olvidan las palabras

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