QUE LA LUZ DEFINA TU ALMA AL FINAL


Suéltalo, Ese peso de tu espalda, quítalo, Lo malo ya ha pasado, no está mal. Que la luz defina tu “ALMA”  Al final, ten presente que  el recuerdo es privado, es personal (“Nada te define”, recuérdalo ¡nada!”). La vida da pequeñas cosas, pequeños milagros, caprichos del azar, Todo se va, pero esas cosas no las puedes olvidar.   Todo se va, pero los milagros nunca los puedes olvidar.

La anterior son partes de la canción “Pequeñas Maravillas" de la película la Familia del Futuro, y que he querido colocar como parte introductoria para el artículo de esta semana, para referirme a esos hechos que nos suceden en cada instante en nuestras vidas y que tienes ese carácter de asombroso que nos hacen cambiar. Incluso los hechos con los  que permitimos  alejarnos a puntos más densos, hacia la oscuridad. Lo que hacemos mal, lo podemos corregir, esto se nos permite gracias al amor, a Dios.

Y es que la vida nos permite experimentarla, cuando la recorremos con conciencia, como un verdadero milagro. Casi todos vamos por la vida con un  poco de temor, de preocupación y nerviosismo. Somos como niños que jugamos  escondidas: Queremos que nos hallen, pero esperamos que no lo hagan. Nos preocupamos cuando las oportunidades se acercan demasiado y nos ocultamos en las sombras cuando el temor nos desborda. Esta no es la manera adecuada como debemos vivir.

Cuando aprendemos a vivir desde el alma (Al alma se le permite experimentar el mundo de la dualidad) ocurren varias cosas. Tomamos conciencia de los exquisitos patrones y ritmos que gobiernan la vida. Comprendemos los infinitos recuerdos y experiencias que nos han permitido, ser lo que somos hasta ahora. El temor y la ansiedad desaparecen, porque somos capaces de observar el mundo conforme como se desarrolla. Identificamos la red de coincidencias que nos rodean y nos damos cuenta que hasta los sucesos más pequeños tiene su significado.

Todos podemos descubrir que cuando prestamos atención e intención a las coincidencias que se presentan constantemente en nuestras vidas, podemos conseguir resultados específicos. Estableciendo contacto con todos y con todo los que existen en el universo reconocemos el espíritu, que es quien nos une a ellos. Revelamos la maravillosa naturaleza oculta en nuestro interior y nos podemos deleitar de nuestra gloria recién descubierta. Conscientes, podemos convertir nuestra vida en la expresión para la cual fue creada, y con ello podemos vivir nuestros sueños más profundos y nos acercamos a la iluminación, a el verdadero milagro que es nuestra vida.

Recapitulemos hasta acá sobre dos hechos que llaman poderosamente mi atención, el primero: el “ALMA”, es quien experimenta el mundo de la dualidad, lo que  vivimos. Y el otro punto es el “ESPIRITU” que es quien nos une con todos y con todo “Integra el mundo de la dualidad”, incluye todo. Y es precisamente la inteligencia del ámbito espiritual la que organiza todas las energías conocidas.

Los físicos nos explican que existe una energía que agrupa las partículas cuánticas en átomos, los átomos en moléculas, las moléculas en estructuras.  Es la fuerza organizadora que está detrás de todas las cosas. Sé que puede ser difícil asimilar estos conceptos, por lo anterior propongo lo siguiente: conozcamos la naturaleza dual de nuestros pensamientos. Mientras leemos estas palabras, nuestros ojos están viendo la pantalla de este sitio WEB, nuestra mente está traduciendo los símbolos (letras y palabras), y tratando de deducir su significado. Pero reflexionemos un momento ¡Hagamos un pare! ¿Quién es el que está leyendo?, ¿Qué es esa consciencia que está detrás de nuestros pensamientos?, démonos  cuenta de los procesos de la dualidad que están ocurriendo en nuestro interior. Nuestra mente está ocupada, leyendo, analizando y traduciendo. Entonces, ¿Quién está leyendo en realidad? Con este ligero cambio en nuestra atención podremos darnos cuenta de que existe una presencia interna que siempre vive las experiencias, esta es el ALMA, y su vivencia tiene un lugar en el nivel virtual.

Los científicos también proponen un nivel de existencia llamado hiperespacio. En esta dimensión, concebida matemáticamente, la distancia entre dos sucesos, sin importar cuán distantes puedan parecer en el espacio y tiempo, siempre es igual a cero. A su vez, lo anterior siguiere una dimensión de existencia en la que todos somos inseparablemente uno. “La separación puede ser una ilusión”. El enamoramiento en cualquiera de sus formas tiene la capacidad de destruir esta ilusión. El amor, nos muestra la realidad, el amor integra, el amor nos devuelve a la unidad.

Volvamos a la física, dicen entonces los científicos con la observación es la clave, Niels y Bohs y otros científicos creyeron que la conciencia era la única responsable de la mutación de la onda – partícula. Por lo tanto puede decirse que sin conciencia nada estaría definido. Todo existe como paquetes de energía potenciales o lo que es conocido como potencial puro.

Este es uno de los puntos claves de este artículo, sin la conciencia como observadora e intérprete, todo existirá como potencial puro. Ese potencial puro es virtual, no está circunscrito, es inagotable, infinito y abarca todas las cosas, el mundo de la dualidad “La Luz y la Oscuridad”. La utilización de ese potencial puro es los que nos permite vivir verdaderos milagros. Continuemos en la física para explicar esos hechos asombrosos que pueden ocurrir desde el nivel de potencial puro al que nos hemos referido.

Intrigado e inquieto por las posibilidades abiertas que ocurren desde la física cuántica, Albert Einstein, diseño su propio experimento mental: Imagine dos ondas – partículas que son disparadas en direcciones opuestas. ¿Qué pasa si nos preguntamos sobre la ubicación de la onda- partícula “A” y la velocidad de la onda-partícula “B”?. Recordemos que ambas ondas-partículas son idénticas. Por lo tanto cualquier calculo “C” que se haga para “A”, aplica para “B”. Por lo tanto el conocimiento que se tenga de “A” la convierte en partícula, por lo tanto tenemos entonces simultáneamente la ubicación de “B” que de igual forma se convirtió en partícula.

Se enreda aún más cuando tratamos de explicar desde la física los hechos maravillosos que ocurren en cada momento pero que tienen toda la lógica, para simplificar propongo nos remitamos al siguiente ejercicio: Yo desde Envigado, Colombia pido al “AMOR” que me permita trabajar por mi Ser, y conocer mi verdadera naturaleza, para esto Él, el amor se ha valido de diferentes medios como este Blog, al cual gracias a mi pedido llegan grandes autores que me permiten preparar estos artículos  (“A”); se que gracias a la tecnología estas lecturas están llegando a otras personas en mi país, y en muchos otros países, como a ti, que estás leyendo este articulo (“B”). (Aprovecho para darte un saludo muy, muy especial).

Por lo tanto hacemos parte de una única realidad, así que este mensaje para el cual he servido de instrumento para darle forma, es también para ti. Ya que el AMOR, nos permite por igual trabajar por nuestro ser, el cual incluye nuestra parte física, mental y espiritual. Trabajar por estos diferentes cuerpos que tenemos solo lo conseguimos cuando lo hacemos desde el “AMOR”. Aceptar nuestros diferentes cuerpos, reconocer su grandeza y perfección, nos permite reconocer la igualdad que se da en la totalidad de la humanidad,  es cuando alcanzamos a maravillarnos de las diferentes ramas (Clasificaciones) en las  que el hombre ha diversificado por medio de sus experiencias su relación con Dios. 

Recordemos, las personas que verdaderamente comprenden la naturaleza de la realidad anterior, pierden todo temor a la aflicción. Las preocupaciones desaparecen. Una vez cuando comprendemos cómo funciona el flujo de la vida, empezamos a percatarnos del increíble potencial de cada momento (Instante). Nos volvemos, más alegres y nos llenamos de dicha. Además somos capaces de darnos cuenta de las coincidencias que ocurren en cada instante en nuestras vidas, que son casi milagros, finalmente dejo la siguiente reflexión: el artículo de la semana anterior, “No hay definición más hermosa de la intimidad que se establece entre Dios y cada uno de nosotros  en la oración, "Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo". 

Frase de la Semana:
Albert Einstein (1879- 1955), fundador de la física contemporánea (teoría de la relatividad y premio Nobel 1921):
“Todo aquel que está seriamente comprometido con el cultivo de la ciencia, llega a convencerse de que en todas las leyes del universo está manifiesto un espíritu infinitamente superior al hombre, y ante el cual, nosotros con nuestros poderes debemos sentirnos humildes”

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