LA ALQUIMIA “CONOCERSE A SI MISMO”


Dentro de los estudios fundamentales de Carlos Gustavo Jung estuvo el de la alquimia. Los Alquimistas a través de un laborioso proceso trataban de transformar el plomo el oro, buscaban la piedra filosofal o la medicina universal. Los más profundos y menos ingenuos se dieron cuenta que este largo proceso de transformación de la materia, en realidad involucraba e implicaba profundas transformaciones psíquicas internas y espirituales.

Es merito de Jung interpretar, para quien lo sabe leer la obra del Alquimista, este es un libro abierto sobre los complicados procesos psíquicos de transformación muy similares a los que acontecen en el inconsciente del hombre moderno. Según Jung el alquimista proyectando su propia psiquis sobre la materia sobre la cual trabaja, trataba a menudo inconscientemente de superar la conflictividad de su naturaleza y alcanzar su unidad interior. Así robaba a la materia esa chispa de luz y de espíritu que podía dar sentido a su larga fatiga; que es lo mismo que hace el analisista con la materia en bruto del inconsciente.

Fundamentales en la obra  eran las así llamadas bodas alquimicas que desembocaban en la formación de un hombre total, completo. “A comienzos de 1.944 me fracture una pierna, y a esta desventura le siguió un paro cardiaco; en estado de inconsciencia  tuve delirios y visiones. Me parecía estar suspendido en lo alto, en el espacio; y debajo de mi, lejos,  veía el globo terráqueo, este cubierto en una esplendida luz azulina; y distinguía los continentes,  y el azul oscuro del mar; en muchos puntos el globo parecía manchado de verde oscuro, como plata oxidada; descubría el desierto rojizo, amarillo de Arabia, luego seguía al mar Rojo. Sabía que estaba a punto de dejar la tierra. Ahora veía a corta distancia un gran bloque de piedra, estaba suspendido en el espacio cósmico, y Yo  también fluctuaba por el cosmos. Algunos escalones dirigían hacia un gran templo, tuve la sensación de pronto que se me hubiera quitado violentamente todo el pasado; sin embargo algo quedaba, era la parte de mi historia personal, sabía con certeza, esto Soy lo que soy.

La anterior experiencia me daba la más grande sensación de miseria, y al mismo tiempo de un gran desvanecimiento, no había nada más que Yo quisiera o deseara, no existía mas el lamento por algo que hubiera desaparecido o hubiera sido sustraído; al contrario poseía todo de lo que Yo era, y solo esto. Ahora tenía la certeza de entrar en una sala iluminada, y podía ver allí a todas las personas a la cuales verdaderamente yo pertenezco; allí verdaderamente había entendido de que nexo histórico dependía mi Yo y mi vida, y había conocido todos lo que había sido antes de mi; el porqué de mi llegada al mundo, y hacia qué cosa debía seguir fluyendo la vida.

Pero de improviso desde abajo, desde la dirección de Europa, fluía, la imagen de mi médico, me dijo que había  una protesta en contra de mi decisión de irme, no tenía derecho de dejar al tierra aún,   donde debía regresar; la visión termino” Carlos Gustavo Jung.

Después de la enfermedad empezó un fructífero trabajo para Carlos Gustavo Jung, muchas de sus obras principales fueron escritas solo entonces. El conocimiento o la intuición que tuvo sobre el fin de todas las cosas, le dio el coraje para iniciar nuevas lecciones; desde entonces Jung nunca se libero de un pensamiento que esta vida es solo un fragmento de la existencia, que se desarrolla en un universo tridimensional, dispuesto para tal fin.

Continúa, Jung explicándonos que aún evitando la palabra eterno, puede describir su experiencia como beatitud de la condición no temporal, en la cual presente pasado y futuro son una sola cosa. Es decisivo que el hombre este orientado hacia el infinito, es el objetivo primordial de su vida. Cuando más un hombre continua corriendo sobre falsos bienes, es cuando menos sensible es a todo lo que es esencial, siendo así menos satisfactoria su vida; se sentirá limitado, porque limitados son también sus fines.

Si conseguimos comprender que esta vida tenemos un  vinculo con el infinito, nuestros deseos y nuestras actitudes cambian. Podemos alcanzar el sentimiento del infinito solo si estamos diferenciados al máximo nivel posible, si sé que soy único en mi combinación individual, y esto es limitado; puedo tomar consciencia también de lo ilimitado. Por lo tanto el hombre necesita como primera cosa “CONOCERSE A SI MISMO” mirando sin reticencias cuanto bien  puede hacer, pero también de cuanta infamia es capaz. Cada uno esta seguido por una SOMBRA,  cuanto menos está integrada en la vida consciente de la persona más negra e intensa se vuelve. Nadie está fuera de la negra sombra colectiva de la humanidad, por lo tanto está bien tener una imaginación del mal, puesto que los tontos solo pueden descuidar las premisas de la propia naturaleza.

Han sucedido, y aun suceden cosas terribles, pero son siembre los otros los que las han hecho; nosotros en cambio llevamos en nuestro ser variables e inamovibles la capacidad de repetir e imitar cosas similares, somos por el hecho de ser humanos criminales en potencia.

Jung nos continua explicando, que tanto en su experiencia como médico, como en su vida se encontró  repetidamente frente al misterio del AMOR y nunca fue capaz de explicar que era lo que esto era; “Aquí se encuentra lo máximo y lo mínimo, lo más remoto y lo más cercano, lo más alto y lo más bajo, y no se puede hablar nunca de uno sin considerar también al otro. El amor sufre cada cosa, y soporta cada cosa, estas palabras dicen todo lo que hay para decir, no hay nada para agregar, porque nosotros somos el sentimiento más profundo, las victimas, o los instrumentos, del AMOR cósmico.

Siendo una parte, el hombre no puede entender el todo, está a su merced, el AMOR nunca está excluido; ya sea que hable con el lenguaje de los ángeles, o como que trace la célula con la exactitud científica remontándose hasta su último fundamento. Si posee un granito de sabiduría el hombre depondrá las armas y llamara a lo ignoto, con lo más ignoto, ósea con el nombre de DIOS.  Será una confesión de imperfección, de dependencia, de sumisión,  pero al mismo tiempo un testimonio de su LIBERTAD de elección entre la verdad y el error.  (Carlos Gustavo Jung)".

Finalmente dejo la siguiente reflexión de Jung, esculpida al frente de su casa en latín que traducida nos dice: “El Primer Hombre viene de la tierra, y es terrenal, el segundo hombre viene del cielo y es espiritual, aunque tú le llames o no, Dios siempre estará presente”

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