UNA METAMORFOSIS EN TU INTERIOR
Sigue preguntando
¿Quién soy?, ¿Quién soy?, ¿Quién soy? Hemos de preguntar a nuestro ser más
intimo, si efectivamente queremos conocer la respuesta, ve a tu interior y a
partir de la experiencia interior se dará el gran cambio. La próxima semana
espero continuar con este tema, donde hablaremos que podemos encontrar en nuestro interior, un abrazo y
hasta entonces.
Así terminaba la semana pasada el articulo
“Conócete a ti mismo”, y como lo prometido es deuda, continuemos entonces con
el tema, y que mejor para iniciar que retomar la siguiente pregunta ¿Quién Soy?, que en lo particular me parece mágica ; deja
que la pregunta resuene en tu interior.
Permitamos que la pregunta penetre como
una flecha que atraviesa nuestro corazón.
¿Quién soy y repitamos una y otra vez la pregunta?
Sigamos, preguntando,
y veraz que un día también la pregunta se ha desvanecido, que solo que queda el
ansia. Y en ese estado de anhelo y
apasionamiento, de pronto nos podremos dar cuenta de que algo ha estallado. De
repente te verás cara a cara contigo mismo y sabrás quién eres.
No tiene sentido que
le preguntes a tu padre, a tu madre: ¿Quién soy? Ni siquiera ellos saben quienes son. No
hay que preguntar, ni al abuelo, ni al bisabuelo, ni al religioso, ni a la
sociedad, ni a la cultura, ni a la civilización; hemos de preguntar a nuestro
ser más intimo.
Si realmente quieres
conocer la respuesta, ve a tu interior, a partir de allí se producirá el gran
cambio. Este búsqueda en tu interior, te enfrentara con tu realidad, y a partir
de allí se dará el gran cambio.
Un periodista
intentaba sacarle una historia de interés a un anciano en un asilo, así que le
pregunto ¿Haber abuelo, si se da cuenta que un familiar le hereda cinco
millones de dólares que haría?, el anciano respondió: Mire, hijo – respondió lentamente
el anciano-. Seguiría teniendo noventa y
cuatro años.
¿Entendemos lo que nos
dice el anciano?, si me veo con cinco millones de dólares ¿Qué voy hacer con
ellos? Seguiría teniendo noventa y
cuatro años, seguiría muerto de frio, incluso si te meten todos lo
conocimientos del mundo en la cabeza, de nada te serviría; seguirás muerto de frio
o teniendo noventa y cuatro años, nadie podrá ayudarte. A menos que surja
cierta experiencia en tu interior, una experiencia vital que transforme tu ser
y te vuelva joven, vivo, nada tendrá ningún valor.
Así que lo primero que
tenemos que aprender es que no debemos preguntar a los demás, hay que preguntarse
a uno mismo, y también hay que recordar otra cosa: evitar esas respuestas, por
que las respuestas ya están dadas, ya que las han dado otras personas. Eres tu
quien plantea la pregunta, así que la respuesta de otra persona de nada te servirá
de ayuda.
Si planteamos la
pregunta, la respuesta también debe venir de nosotros.
Digamos que Jesús, los
Santos, Buda, Dalai Lama, San Agustín
han bebido y se sientes extasiados; que Yo también he bebido y me siento muy
contento, pero tu tienes sed ¿cómo puedo hacer para saciar tu sed? Es imposible, Tu, tú
mismo tendrás que beber.
Veamos, un místico
visito a un rey que le pidió que fuera a su corte a orar por ellos. El místico se negó a orar, y le dijo:
No puedo hacerlo, ¿Cómo
podría rezar por ustedes? El rey insistió: hay una cuantas cosas que debemos hacer
por nosotros mismos: Por ejemplo: Si quieres hacer el amor con tú pareja,
tienes que hacerlo tú mismo, si tienes que sonarte la nariz, tienes que hacerlo
tu mismo; nadie puede hacerlo por ti, no servirá de nada que lo haga por ti. Y
lo mismo sucede con la oración ¿Cómo puedo yo orar por nadie? Ora por ti mismo,
por que Yo también puedo orar por mi mismo. Cerró los ojos y se sumergió en la
oración.
El problema a desaparecido
para mi, pero no ha desaparecido gracias a la respuesta que he recibido de
alguien, yo no le he preguntado a nadie, todo mi esfuerzo ha sido en no hacer
caso a las respuestas que con tanto generosidad me han dado los demás. La gente
no para de darte consejos.
El consejo es lo único que se da en gran cantidad y
es lo único que no se acepta. TIENES QUE
HACER TU PROPIO VIAJE. Estas helado, lo sé, eres infeliz, lo sé, la vida es
dura, también lo sé, hoy ser muy cercano a mi familia que expresa repetidamente cuando alguien le cuenta un problema “La vida
es dura, pero no dura”; lo sé, no puedo consolarte, por que todo consuelo se
convierte en un aplazamiento.
Teorizar no sirve de
mucho, olvídate de las teorías y presta atención a los HECHOS. ¿Te sientes
deprimido? Tienes que indagar en la depresión, ¿te sientes enfadado? Tienes que
indagar en el enfado. Es tu vida y tienes que vivirla, no pidas nada prestado,
no aceptes nada de segunda mano.
Dios ama
a las personas de primera mano. Parece que no le gustan mucho las
copias. Sé una persona original, individual, se tu mismo e indaga en tus
problemas. Y solo puedo decirte una cosa: que en tu problema esta la solución.
El problema es solo una semilla, si profundizas en el él florecerá el conocimiento.
El problema consiste en el frio que sientes, en los escalofríos. Adéntrate en
ellos, y surgirá el calor.
En realidad, Dios nos da todo: LA PREGUNTA Y LA RESPUESTA,
el problema y la solución, la ignorancia y el conocimiento, solo tenemos que
mirar en nuestro interior.
Texto tomado del “EL
LIBRO DEL EGO” de OSHO.
Comentarios
Publicar un comentario