AL ENCUENTRO DE NUESTRO NIÑO INTERIOR
Permitir
que nuestro niño interior venga a
nosotros, es permitir el encuentro con nuestros miedos, aquellos lugares
oscuros de nuestro inconsciente a los cuales les hacemos más resistencia.
Resistencia que tiene un enorme poder y que solo el AMOR puede transformar e integrar en nuestro ser. Este blog
post toma partes del articulo “La Luz Dorada del 2012” de la pagina WEB: http://www.jeshua.net/esp/
espero que deje algo muy especial en todos
aquellos que lo lean; pues tengo la certeza, que si así sucede es
gracias a Dios, que permite que llegase a ustedes por este medio como llego a mi. Empecemos entonces:
“En
la era venidera, lo nuevo y lo viejo existen lado a lado. Aquí y allá emergen
aperturas en el campo de energía de lo viejo, y eso sucede donde las personas
están dispuestas a renunciar a sus valores y a extenderse hacia lo nuevo.
Entonces puede tener lugar la afluencia de la Luz Dorada. Quizás eso sucede a
través de ustedes porque ya están encarnando la nueva conciencia. Al estar en
el mundo con su Luz Dorada ustedes pueden ser ustedes mismos y al mismo tiempo
ofrecen algo nuevo al campo de energía de lo viejo. Ustedes son como un portal;
una apertura a más libertad y bondad. Ustedes son ese portal para los demás por
la energía que irradian, ¡y no tienen que ejercer un gran esfuerzo! Cuando la
Luz Dorada fluye a través de ustedes hacia otra persona, sucede sin esfuerzo –
simplemente a través de su presencia. El tiempo de hacer un gran esfuerzo y de
pelear contra la oscuridad ha terminado. Ya no tienen que luchar – ¡no es
vuestra lucha! Suelten toda la dinámica de luchar por o contra algo. Sólo
necesitan estar aquí, y nutrir en ustedes esta Luz Dorada del futuro y ser
fieles a ella.
Ahora
examinaremos cuán enmarañados están aún en los viejos pensamientos de escasez
basados en el miedo, y en el actuar desde una necesidad de poder y control.
Ustedes han crecido con estos pensamientos, porque son parte de la energía colectiva
de la Tierra. Recién ustedes reconectaron con la Luz Dorada de la Nueva Tierra,
donde prevalecen la alegría y el bienestar. Observen ahora con su ojo interior
la energía del viejo mundo, basada en la lucha, el miedo y la hostilidad, y
vean esa energía ante ustedes. Obsérvenla neutralmente, sin miedo. ¿Qué color
tienen esa energía? ¿Aparece como una niebla turbia y densa, sofocante y
pegajosa? ¿Y cómo se siente? Hay mucho miedo en ella, y pueden observarla
calmadamente porque no tienen nada que hacer con ella. No tienen que
acompañarla y no tienen que oponerse a ella. Tan sólo está ahí y ustedes la
observan.
Ahora
sientan otra vez la presencia de la Luz Dorada dentro de ustedes, y luego
observen en qué lugar la energía de lo viejo se aferra a ustedes. Miren
especialmente en las áreas de su corazón y en los centros de energía más bajos:
su estómago, ombligo y coxis. ¿Hay ahí cuerdas de energía que los retienen y
aún los conectan con la vieja Tierra, la cual se rige por el miedo, el
juzgamiento y la lucha? Observen esto calmadamente y pregúntense: “¿dónde aún
estoy atascado a lo viejo?”. “Muéstramelo simple y claramente, porque quiero
ser completamente consciente de eso.” En el momento en que lo viejo se vuelve
visible, y ustedes sienten las cuerdas que los tiran hacia eso, sientan cuál es
la energía que contiene. ¿Qué es lo que aún los enceguece hacia lo viejo – es
miedo o incertidumbre? ¿Es un sentimiento de inferioridad que no se atreven a
liberar, aunque saben que ya no les pertenece? ¿Qué es lo que los restringe y
les impide enfocarse en lo que los hace grandes?
Miren
atentamente a lo que más los frena o los paraliza. Posiblemente podrían ver
aparecer a un niño que encarna esta energía: un niño asustado, un niño
indeciso, un niño reprimido o un niño agresivo. Por favor sean muy conscientes
de la dinámica emocional que los empuja hacia lo viejo. Cuanto más claramente
ustedes vean esta dinámica y la comprendan, más fácil será soltarla. No hay
nada más liberador que ver claramente quiénes son. Aunque pueda ser
desalentador darse cuenta de que aquí y allá aún están atascados en lo viejo,
aún así siempre es mejor tener esto bien dentro de la línea de su visión, en
lugar de presionar el miedo hacia abajo y no querer verlo. Y la luz dorada
nunca condena. Admitan a todo lo que en ustedes aún tiene miedo o se resiste a
lo nuevo, simplemente dejen que salga a la luz del día – es valioso y tiene
significado. Cuando ustedes tienen una conciencia clara de las ataduras a lo
viejo, y de cómo eso se siente, entonces ustedes permiten que la Luz Dorada
fluya dentro de esa área. No traten de romper las cuerdas del pasado.
Simplemente dejen que se impregnen de la Luz Dorada que es tanto cálida como
llena de comprensión.
No
luchen contra su miedo, su inseguridad y su dependencia de lo viejo; rodéenlo
con la Luz Dorada, con empatía, con compasión. No es necesario luchar contra
eso. La lucha lo vuelve peor, porque provoca resistencia en sus partes que aún
no están dispuestas a unirse con lo nuevo. Dejen que el amor derrita y relaje
estas partes. Si ustedes les dicen a sus partes atemorizadas, inseguras, que
ellas son aceptadas como son, entonces ellas comienzan a soltarse y a cambiar.
Quédense con todas sus partes miedosas y resistentes y no las repudien.
Díganles que las aman y que van a avanzar junto con ellas. Las partes que aún
tienen miedo o resistencia contienen un enorme poder ¡y ustedes no quieren
perder eso! Ustedes quieren transformar esa energía, y eso sólo puede suceder a
través del amor. Ahora permitan que un niño interior venga hacia ustedes, el
niño que más claramente refleja la resistencia, el miedo y la desconfianza en
ustedes mismos. Reciban al niño en su corazón, rodéenlo con la Luz Dorada, y
díganle cuán felices están de haberlo encontrado. Ahora que está con ustedes,
ustedes pueden ponerlo “bajo su ala” y cuidarlo, de modo que ya no esté sujeto
a los impulsos y pinchazos del exterior que refuerzan ese miedo.
Ahora
rodéense con Luz cálida; siempre pueden hacer esto. Alábense, estén orgullosos
de quienes son y comprendan cuán valientes son. Practiquen recordar todo lo que
ya han logrado, lo que son capaces de hacer y lo que han soportado. Confirmen
su propia grandeza y no vayan a los pensamientos que los hacen pequeños. Dejen
que este fuego se expanda hasta formar una hoguera, para que las chispas
lleguen más allá de este círculo para ser llevadas a muchas otras personas, y
así el círculo se hace más grande. Éste es mi deseo para ustedes”, un súper
abrazo.
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