TODO CAMBIA
En el libro de los salmos, encontramos la letra hebrea Yod (Salmo 119:73)
“Tus manos me hicieron y me formaron; instrúyeme, para así poder aprender”.
Esta letra Yod representa el número 10. Número que en estos últimos días ha
llegado en una forma muy especial; en la búsqueda de encontrar respuestas a
esta manifestación me ha llevado a
conocer temas antes para mi desconocidos, dentro de estos el arcángel Raziel.
El Arcángel Raziel puedo hoy saber que es quien nos ayuda a resurgir de entre las
cenizas. Nos impulsa y purifica para el despertar de nuestra conciencia, para
nuestro desarrollo integral. Es sin duda, la fuerza regeneradora de vida. Es
esa emanación divina que da la fuerza creadora del sol y nos envuelve de
vitalidad. Este arcángel nos protege y otorga el conocimiento de nuestro propio
poder, mediante el cual podremos poner en marcha nuestros planes y objetivos.
Siempre con esa sensación de libertad y seguridad en nosotros mismos.
El Arcángel Raziel es mas conocido en el misticismo judío y dentro de la
filosofía de la Cábala como el guardador de los secretos y su nombre significa
“Secreto de Dios” y el “Arcángel de los misterios”, Se le conoce además como el
autor del libro El Séfer Raziel Hamalach o el Libro del Arcángel Raziel,
conteniendo 1,5000 claves del universo y donde esta escrito todo el
conocimiento celestial y terrestre pudiendo explicar muchas verdades ocultas
del universo. Sus fuerzas operantes en el conocimiento del universo dan al
hombre correcto y honesto revelaciones sin necesidad de estudios, enseñando la
sabiduría que conduce al conocimiento de la verdad.
Para los cabalistas, el arcángel Raziel es conocedor de todos los
misterios. Como el jefe de los ofaním, es un misterioso ángel que parece una
rueda luminosa y gira continuamente. Está cubierto de ojos. De acuerdo con
Ezequiel 1:15-21, la su misión de los ofanín es mover el carro que transporta a
Dios a las fronteras entre el mundo material y espiritual.
Ofaním, el misterioso ángel que parece una rueda luminosa, me recordó al arcano diez del Tarot “La Rueda de la Fortuna”, y el mensaje que bellamente nos trae este arcano que nos dice: “No hay
nada estable, nada permanente y duradero en la vida. Estamos en continuo
movimiento y cambio. De nada sirve aferrarse a la cosas porque estas cambian,
incluso las personas aunque parezcan las mismas, han cambiado, se han
convertido en otras, por lo que es importante no dar nada por sentado. Avanzar
con la vida y su movimiento e ir descubriendo día a día a las personas que
queremos, dejándonos sorprender por los cambios que se producen en ellas y en
nosotros mismos".
El mensaje anterior, es el que Dios me ha querido manifestar? Pienso que si. Hoy quiero
compartir este mensaje en este querido Blog, para que tal vez llegue a ti,
querido amigo y lector que por voluntad solo del Amor de “Dios” has llegado aquí. Hoy pido al mensajero de
Dios, Raziel que interceda por nosotros, para que nos conceda la sabiduría que pueda conducirnos al
conocimiento de la verdad. Feliz viaje y recuerda que todo cambia.
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